Trabajar en una oficina —como muchos de nosotros hacemos hoy en día— no es muy saludable. Pasar todo el día sentado en interiores, con poco sol o aire fresco, puede causar muchos problemas de salud. Si a esto le sumamos la comodidad de la comida rápida, nos encontramos en una situación en la que la mayoría de las personas batalla para controlar su peso.

Sin embargo, no tiene que ser así. Hay una serie de cambios relativamente pequeños que puedes hacer para evitar que tu oficina sea otro lugar de trabajo poco saludable, transformándola en uno lleno de gente feliz, nutrida y con mucha energía. ¿No nos crees? ¿Por qué no intentas estas sugerencias? 

Agrega algunas plantas

La calidad del aire en las oficinas tiende a ser bastante mala, con grandes edificios con poca ventilación. Incluso si abres todas las ventanas, muchos lugares de trabajo están en el centro de las ciudades, donde el aire es principalmente humo de tráfico. Puedes resolver todos estos problemas con solo agregar unas cuantas plantas.

Tanto si optas por plantas suculentas fáciles de cuidar como por otras más delicadas, los efectos serán los mismos: las plantas absorberán el dióxido de carbono en tu oficina y lo convertirán en oxígeno fresco. Cuantas más tengas, mejor será la calidad del aire.

Además, las plantas tienden a tener un efecto positivo en la salud mental. Las oficinas pueden ser monótonas, lo que no es muy estimulante. Las plantas proporcionan un toque de color que puede vigorizar tu espacio de oficina, mejorando tu estado de ánimo y haciéndote más brillante, alerta y positivo. 

Haz un estiramiento al mediodía

Uno de los problemas con el trabajo de oficina es la cantidad de tiempo que pasamos sentados todo el día. Esto puede causar aumento de peso, enfermedades cardiacas y diabetes, así como problemas de postura y espalda. Podrías invertir en un escritorio de pie, pero a falta de este, una sesión regular de estiramiento puede ayudar.

Puedes hacer una rutina completa de yoga si estás dispuesto, o simplemente ponerte de pie y estirar las partes de tu cuerpo que sientas rígidas. Concéntrate en tu espalda, cuello y hombros, ya que estas son las áreas más afectadas por los largos periodos que pasas sentado.

Puedes empezar haciéndolo una vez al día, tal vez a la hora de almorzar, pero intenta hacerlo cada media hora más o menos. Si la gente se pregunta qué estás haciendo, puedes explicarles los beneficios y tal vez los difundas por toda la oficina. ¡Podrías incluso formar un grupo de yoga a la hora del almuerzo

Ten snacks saludables a la mano

Al tratar de perder peso, la mayoría de las personas piensa que lo mejor es evitar el exceso de comida. Sin embargo, te aconsejamos que lleves mucha comida a la oficina, siempre y cuando sea saludable. ¿Por qué? Para evitar ser víctima de la tentación de las galletas, los pasteles y otras golosinas que tan a menudo forman parte de una jornada laboral normal.

Es probable que tus colegas lleven de casa golosinas de este tipo. Tal vez en tu oficina tienen un calendario en el que todos preparan y comparten algo para comer, o festejan los cumpleaños con pastel. Puede ser muy difícil decir que no, incluso si estás a dieta, y esta tentación se agrava aún más si tienes hambre.

Tener frutas, nueces, verduras frescas u otros snacks saludables a la mano te dará una alternativa a las galletas y pasteles cuando sientas hambre, lo cual te ayudará a aliviar la tentación. Si te mueres de hambre y lo único que te queda para comer no es saludable, te será difícil resistirte. Sin embargo, si tienes una alternativa, podrás mantener el rumbo. 

Propón reuniones con caminatas

No todas las reuniones necesitan una presentación en PowerPoint o que la gente se siente alrededor de una mesa. Si eres honesto, ¿cuántas de tus reuniones requieren que alguien tome notas? Sin embargo, la manera habitual de hablar de todo lo relacionado con el trabajo es entrar en una habitación estrecha y cerrada y sentarse.

No tiene que ser así; puedes hacer lo mismo mientras estás de pie y en movimiento. Intenta animar a tus compañeros a dar un paseo contigo la próxima vez que necesites hablar con ellos, en lugar de reservar una sala de juntas. Esto romperá tu rutina de estar sentado, proporcionándote el ejercicio y la estimulación que tanto necesitas.

Esto te permitirá cambiar de escenario, lo cual puede resultar especialmente útil cuando necesitas generar algunas ideas. Es difícil ser creativo cuando miras las mismas paredes beige todos los días, pero un paseo al parque más cercano podría darte la inspiración que necesitas.