A todos nos pasa que hay días en los que lo último que queremos hacer es ir al gimnasio y, aunque algunas veces logramos llegar a rastras, otras nos convencemos de que no pasa nada si no vamos una que otra vez.

Sin importar la razón por la que no vayas, ya sea porque simplemente no tienes energía o porque en verdad estás demasiado ocupado, es fácil que un día se convierta en dos y, cuando menos te des cuenta, te habrás salido de tu rutina. Asegúrate de tomar solo un día de descanso y, así, el daño será muy poco, pero si dejas pasar más tiempo, este se hará patente.

Si pausas tu rutina de ejercicios por largos periodos o solo vas al gimnasio de vez en cuando, todo el esfuerzo que hayas hecho será en vano. Para que estés más consciente de lo que esto implica y puedas decidir mejor si vale la pena hacerlo, será mejor que conozcas los daños que ocasiona no ir al gimnasio:

Tus músculos se pondrán rígidos

Cuando haces ejercicio con regularidad, tus músculos trabajan y se lastiman menos, además de que ganan elasticidad. Entre más tiempo dejes pasar antes de volver al gimnasio, más rígidos se pondrán, lo que puede causar dolores y molestias.

También notarás que, una vez que retomes el ejercicio, tus músculos se cansarán con más facilidad y no podrás llevar el ritmo de antes, por lo que tendrás que hacer un doble esfuerzo para recuperar el nivel que tenías.

Tu metabolismo disminuirá

Saltarte el gimnasio una semana o más hará que tu metabolismo disminuya y, por lo tanto, es posible que comiences a subir de peso aunque mantengas una dieta saludable. El ejercicio es esencial para activar el metabolismo, así que si no haces lo suficiente, tu cuerpo no quemará tanta grasa.

Te repondrás cuando vuelvas a ejercitarte regularmente de nuevo, pero como con los músculos, te tomará tiempo recuperar el nivel que habías alcanzado.

Te estresarás más

Además de tener que lidiar con músculos rígidos, tu cuerpo no estará segregando hormonas por hacer una actividad física, y podrías sentirte mucho más estresado. Cuando te ejercitas, produces serotonina, endorfinas y dopamina y, por lo tanto, cuando terminas te sientes muy bien.

Esta sensación no se acaba cuando sales del gimnasio o poco después, sino que permanece y mejora tu bienestar general, el cual puede verse afectado si dejas de hacer ejercicio.

Te costará más trabajo dormir

Otro gran beneficio de realizar una actividad física es que la calidad de tu sueño es mejor, además de que te ayuda a quedarte dormido más rápido. Es posible que, si dejas el ejercicio, te enfrentes a algunas noches sin dormir bien que te dejen cansado e irritable.

Por si fuera poco, esta fatiga no te alentará a regresar al gimnasio pronto, por lo que es probable que tu patrón de sueño empeore.

Los malos hábitos se multiplicarán

Estar cansado, alterar tu rutina y no sentirte tan bien como de costumbre, en conjunto, pueden desencadenar malos hábitos y arraigarlos en tu vida. Al fin de cuentas, ya que dejaste de ir al gimnasio, ¿por qué no dejar la dieta saludable también?

Todos necesitamos tener una rutina e ir al gimnasio pronto se vuelve parte de ella, así como una motivación para evitar hábitos que tengan un impacto negativo en tu salud. Si quitas el gimnasio, perderás tu impulso para mantenerte saludable.

No verás beneficios a largo plazo

Es probable que los objetivos que te pongas al ir al gimnasio sean a corto plazo, pero esta actividad también conlleva una amplia gama de beneficios físicos y mentales a largo plazo que solo podrás notar si sigues con tu rutina de ejercicios.

El ejercicio es parte esencial de un estilo de vida saludable, y evitarlo durante mucho tiempo afectará drásticamente los resultados que obtengas. Si no vas a ir al gimnasio por la razón que sea, asegúrate de regresar al día siguiente para que todo el trabajo duro que has hecho no sea en vano.