Si quieres sacar lo mejor de tu rutina para correr o piensas comenzar a hacerlo de forma regular, es mejor que sepas qué hacer y qué no hacer para conseguir los mejores resultados físicos posibles y evitar lesiones.

Además de tomar medidas de seguridad y decirle a alguien cuándo y a dónde irás a correr, sigue los siguientes consejos para preparar la rutina ideal:

Haz estiramientos

Es importante que estires los músculos antes y después de correr, dado que así amplías tu rango de movilidad y reduces la rigidez muscular. De lo contrario, podrías sufrir desgarres y torceduras que, debido al dolor, podrían impedirte salir a correr durante cierto tiempo.

No uses tenis viejos

Los tenis que uses para correr deben estar en las mejores condiciones para contar con un buen apoyo y tracción. Tambié n evita los que están diseñados para otros deportes, ya que podrían no ser adecuados para esta actividad y aumentar el riesgo de que sufras lesiones.

Pisa con la zona media del pie

Asegúrate de aterrizar con la zona media del pie cuando corras en lugar de con los talones. Así, reducirás el impacto de cada paso en las articulaciones y huesos, puesto que tus músculos podrán aguantar mejor tu peso corporal. Este consejo es aún más relevante si corres sobre superficies duras, como concreto.

No des zancadas

Si das zancadas al correr, usarás más energía y el ejercicio será menos eficaz, además de que reducirás la estabilidad de tus pasos y, en consecuencia, aumentará el riesgo de que caigas porque no lograrás estabilizarte antes de que pase. En lugar de eso, mantén tu tronco estirado e inclínate un poco hacia adelante para que puedas dar un paso más si sientes que estás por caerte.

Corre a tu propia velocidad

Cuando corres por placer no estás compitiendo en ninguna carrera, así que no es necesario que te exijas demasiado. Es bueno ponerse retos, pero si son muy altos, podrías causarte una lesión. Presta atención a tu cuerpo; él te dirá si te estás excediendo y es mejor que disminuyas la velocidad.

No uses gorra en climas cálidos

Pierdes la mayor parte de tu calor corporal a través de la zona superior de la cabeza, por lo que, si el clima es cálido y usas una gorra, correrás el riesgo de acalorarte mientras corres. No uses nada que te cubra la cabeza y, si aun así tienes calor, vierte un poco de agua fría sobre ella para bajar tu temperatura corporal.

Usa ropa holgada

Otra forma de evitar acalorarte es usar ropa holgada para permitir que el calor salga, o podrías elegir un tipo de tela que elimine el sudor de la piel para ayudar a tu cuerpo a enfriarse con mayor rapidez y reducir las rozaduras. En este caso, deberás evitar por completo el algodón.

No tomes analgésicos

No tomes analgésicos para intentar encubrir una lesión causada por correr o que duele cuando corres para no dejar de hacerlo, porque esta podría empeorar y ocasionar que no puedas hacer ningún tipo de ejercicio hasta que sane. Si la lesión no te permite correr, prueba otra actividad física de bajo impacto, como nadar.

Mantente alerta de lo que pasa a tu alrededor

Aunque sea fácil sumergirte en tus pensamientos cuando corres y bloquear todo lo demás, esta situación te hace más vulnerable a algunos peligros, como autos, bicicletas o peatones. Siempre debes mantenerte alerta para localizar riesgos y asegurarte de que estás atento a los automóviles si corres sobre una calle, en lugar de esperar que los conductores te vean.

No uses audífonos

Tal vez el ritmo de las canciones te ayude a seguir, pero también interfieren en tu atención al no dejarte escuchar posibles peligros. Si quieres correr mientras escuchas música, hazlo en una caminadora en lugar de al aire libre.